Es probable que un asteroide gigantesco viaja a miles de kilómetros por hora, directo hacia la Tierra. Aunque parece sacado de una película de ciencia ficción, la posibilidad de un impacto catastrófico siempre ha preocupado a la humanidad.

Afortunadamente, no estamos indefensos. Gracias a la combinación de avances científicos y tecnológicos, hemos desarrollado herramientas capaces de anticipar estos eventos con una precisión asombrosa.

Entre ellas destaca THOR, una inteligencia artificial revolucionaria diseñada para rastrear asteroides que podrían representar un riesgo para nuestro planeta.

THOR no solo identifica y clasifica asteroides, sino que es capaz de predecir sus trayectorias con datos obtenidos desde múltiples fuentes. Conócelo y descubre cómo está ayudando a protegernos del espacio profundo.

¿Qué es THOR?

THOR, cuyo nombre completo es Tracklet-less Heliocentric Orbit Recovery, es una inteligencia artificial diseñada para detectar y rastrear asteroides que podrían representar una amenaza para la Tierra.

Este innovador proyecto fue desarrollado por la Fundación B612, una organización dedicada a la protección del planeta frente a impactos de asteroides, con el apoyo del exastronauta de la NASA Ed Lu.

La misión de THOR es identificar asteroides cercanos a nuestro planeta y calcular sus trayectorias con gran precisión. Esta IA analiza datos históricos y actuales, conectando puntos de luz captados por telescopios que identifican asteroides previamente desconocidos.

El sistema se basa en la plataforma ADAM, una infraestructura en la nube que combina la potencia de procesamiento y almacenamiento de herramientas como Google Compute Engine y Google Cloud.

¿Cómo funciona THOR?

El funcionamiento de THOR se basa en un modelo avanzado de aprendizaje automático combinado con una capacidad única para procesar datos masivos de múltiples fuentes.

El núcleo del sistema está en la plataforma ADAM (Asteroid Discovery Analysis and Mapping), una herramienta de código abierto alojada en la infraestructura de Google Cloud y Google Compute Engine.

Gracias a esta potencia computacional, THOR puede analizar grandes cantidades de imágenes capturadas por telescopios de todo el mundo, incluso aquellas archivadas desde hace años.

Su magia está en vincular observaciones aparentemente inconexas. Por ejemplo, identifica puntos de luz en diferentes imágenes —tomadas en noches distintas o por telescopios diferentes— y los conecta para reconocerlos como el mismo objeto en movimiento: un asteroide.

Una vez identificados, THOR utiliza cálculos complejos para trazar las trayectorias de estos cuerpos celestes. Su capacidad de aprendizaje automático significa que cada nuevo dato analizado mejora su precisión, haciéndolo más eficaz con el tiempo.

Impacto en la astronomía y la defensa planetaria

La capacidad de THOR para detectar asteroides ha permitido identificar más de 27,500 objetos espaciales en pocos años, incluyendo más de 100 asteroides que antes pasaban desapercibidos para las agencias tradicionales.

En astronomía, THOR ha transformado la forma en que se estudian los asteroides. Su enfoque permite maximizar el uso de datos históricos y actuales, procesando millones de puntos de luz en imágenes del cielo.

Además, su capacidad para vincular observaciones dispersas ha demostrado que los telescopios no necesitan seguir el mismo objeto de forma continua, un cambio radical en los procesos de monitoreo.

En cuanto a la defensa planetaria, el impacto de THOR es crucial. Al predecir las trayectorias de asteroides cercanos a la Tierra con gran precisión, se convierte en una herramienta clave para anticipar posibles amenazas.

¿Cómo se presenta THOR para el futuro?

Actualmente THOR se ha consolidado como una herramienta clave para identificar asteroides cercanos a la Tierra, pero su capacidad de crecimiento y aprendizaje lo posiciona como un pilar esencial en el monitoreo del espacio en los próximos años.

A medida que más telescopios de última generación, como el Vera C. Rubin Observatory, comiencen a operar, THOR podrá analizar volúmenes aún mayores de información con mayor detalle.

Por ejemplo, THOR podría trabajar en conjunto con sondas espaciales para estudiar asteroides en tiempo real, apoyando tanto la defensa planetaria como la investigación científica.

En un escenario más ambicioso, esta tecnología podría integrarse en sistemas de alerta temprana globales, permitiendo respuestas más rápidas frente a posibles amenazas.

¿Quiénes pueden acceder a THOR?

Una de las características más destacables de THOR es su accesibilidad. Diseñado como un sistema de código abierto, cualquier institución, investigador o aficionado a la astronomía puede utilizarlo para estudiar asteroides y sus trayectorias.

Esto lo hace una herramienta democrática que trasciende los límites de las grandes agencias espaciales, permitiendo que universidades, observatorios pequeños y científicos independientes contribuyan al conocimiento y la defensa planetaria.

La plataforma ADAM, que sustenta a THOR, está alojada en la infraestructura de Google Cloud, lo que facilita su uso en cualquier lugar del mundo con acceso a internet.

Además, la Fundación B612, responsable de su desarrollo, fomenta la colaboración internacional, invitando a comunidades científicas y tecnológicas a participar en la mejora del sistema.

Importancia de este tipo de IAs

La inteligencia artificial, representada por sistemas como THOR, está redefiniendo nuestra capacidad para enfrentar desafíos globales.

En el caso de la defensa planetaria, estas tecnologías nos brindan herramientas avanzadas para detectar y rastrear amenazas potenciales, como asteroides cercanos a la Tierra, con una precisión que antes parecía inalcanzable.

Más allá de protegernos de eventos catastróficos, estas IA también amplían el alcance del conocimiento humano, permitiendo a científicos y aficionados acceder a datos y colaborar en investigaciones astronómicas.

Su capacidad para analizar grandes volúmenes de información en tiempo real no solo acelera el descubrimiento de asteroides, sino que además sienta las bases para futuras innovaciones en la exploración espacial.

En un mundo donde las amenazas pueden ser impredecibles, la aplicación de tecnologías como THOR no solo garantiza nuestra seguridad, sino que también nos recuerda el poder del ingenio humano para proteger y explorar nuestro universo.