En 2025 hemos pasado de escribir unas pocas palabras en un buscador a entablar auténticas conversaciones con nuestras pantallas.
La búsqueda potenciada por inteligencia artificial (IA) se ha convertido en algo casi cotidiano, y no solo en Google: startups, gigantes tecnológicos y hasta tiendas online están subiendo al tren de la IA para mejorar cómo encontramos y consumimos información.
Vamos a ver quiénes son los protagonistas de este cambio, qué novedades han traído y hacia dónde apunta todo este sismo (y algo de “cisma” también tiene) tecnológico.
Google: el clásico que se reinventa
Aunque Google sigue dominando el 90 % del mercado de búsquedas, en 2025 no se duerme en los laureles. Estas son sus dos apuestas estrella:
AI Overviews
Ese recuadro de “respuesta rápida” que aparece antes de los resultados tradicionales ya no es un modesto resumen. Ahora ofrece explicaciones detalladas para todo tipo de consultas: desde “¿cómo arreglar una fuga de agua?” hasta “resuelve esta ecuación”.
A finales de 2024, más de 1 000 millones de personas lo tenían activado, y en 2025 ya es parte de la rutina de casi todos los usuarios.
AI Mode + Gemini 2.0
Con AI Mode Google interpreta tus preguntas como si fueras un amigo al otro lado de la pantalla. Imagínate pedir “recomiéndame zapatillas para correr por montaña” y recibir una lista de modelos con precios, valoraciones y enlaces de compra, todo en un único bloque.
Gemini 2.0, por su parte, potencia las búsquedas más complejas: reconoce imágenes, gráficos e incluso problemas de programación, y aporta soluciones paso a paso.
¿Inconvenientes? Por supuesto. En primer lugar, esas “respuestas mágicas” a veces cuelan errores o datos desactualizados. Además, al igual que antes, el algoritmo decide qué enlaces mostrar.
Por último está el tema de la sostenibilidad. Entrenar y dar servicio a estos modelos consume mucha energía, y Google ya trabaja en centros de datos más “verdes”.
Perplexity AI: la apuesta por conversar
Si Google es una navaja suiza, Perplexity AI quiere ser tu asistente de confianza. Fundada en 2022, llegó en enero de 2025 con su Perplexity Assistant para Android, capaz de:
- Organizar tu viaje (reservas, vuelos, alojamientos).
- Identificar plantas, obras de arte o documentos con la cámara del móvil.
- Buscar la letra de una canción con solo tararearla.
En lugar de llenar la pantalla con enlaces, devuelve respuestas únicas, claras y con citaciones de fuentes fiables.
¿Necesitas datos para un trabajo de clase o información profesional? Perplexity te lo sirve resumido y luego te ofrece enlaces para profundizar. Con 665 millones de dólares de inversión, ha logrado colarse en la lista de las alternativas más prometedoras.
ChatGPT Search: de chat a buscador
¿Te suena ChatGPT solo como “ese chatbot que responde preguntas”? Pues la familia creció: ChatGPT Search, lanzado en octubre de 2024, trae IA conversacional a la búsqueda.
En abril de 2025 ya sumaba 41,3 millones de usuarios activos mensuales en la Unión Europea, a punto de cruzar los 45 millones que la UE define como “buscador muy grande”.
Responde en lenguaje natural, sin tecnicismos, y enlaza a sitios fiables. Gracias a acuerdos con medios como The Washington Post, parte de sus respuestas incluyen análisis y contexto de periodistas profesionales.
Si le pides “explícame el cambio climático en 200 palabras”, no solo te da datos: te aporta contexto histórico, cifras clave y enlaces a estudios serios.
Todavía está lejos de desbancar a Google en volumen, pero conquista a quienes buscan explicaciones profundas y bien fundamentadas.
Bing y Copilot Search: el empujón de Microsoft
Microsoft no iba a quedarse mirando cómo Google y OpenAI monopolizan la IA. En 2025, Bing se ha remodelado con Copilot Search, una fusión entre búsqueda tradicional y generativa:
- Recopila información de varias webs.
- Resume los hallazgos en un solo bloque.
- Referencias claras para que veas de dónde viene cada dato.
- Conversación continua: Puedes hacer preguntas de seguimiento sin perder el hilo.
Y para fortalecer el músculo, Microsoft anunció una inversión de 80 000 millones de dólares en nuevos centros de datos con IA. El feedback de los usuarios es positivo: sienten que hablan con un asistente real, reducen el “ruido” de la web y llegan antes a lo que buscan.
Otros aspirantes al podio
No todo es Google, Perplexity, ChatGPT y Bing. También hay actores más pequeños, pero igualmente interesantes:
- You.com: Prioriza la privacidad y permite personalizar la interfaz. Nada de anuncios invasivos.
- Baidu: En China domina la búsqueda médica y de comercio electrónico gracias al apoyo gubernamental.
- Algolia: Se centra en la búsqueda dentro de empresas; marcas como Lacoste confían en ella para ofrecer resultados ultrarrápidos.
- Anthropic (Claude): Fuerte enfoque en seguridad y precisión, sobre todo para clientes corporativos.
- Amazon: Rey del ecommerce, donde la búsqueda es directamente ventas: si no te encuentran, no te compran.
¿Cómo cambia el SEO y el contenido online?
La búsqueda con IA no solo afecta a la tecnología: está revolucionando el SEO y la creación de contenidos. O destruyendo el SEO, según a quién le preguntes. Estas son algunas claves de este cambio tecnológico.
- Intención sobre palabras clave: Ya no basta repetir términos una y otra vez; hay que responder a lo que el usuario realmente busca.
- Estructura y claridad: Los resúmenes rápidos premian los contenidos bien organizados, con títulos claros y párrafos concisos.
- Calidad y profundidad: Si tu artículo aporta análisis, datos y contexto, la IA lo premiará con mejor visibilidad.
En resumen: se acabó el “keyword stuffing”. Ahora toca entender al lector y ofrecer valor real desde el primer párrafo.
Proyecciones y desafíos
Según distintos estudios, el mercado global de búsqueda por IA crecerá de 43 600 millones de dólares en 2025 a 108 800 millones en 2032 (CAGR del 14,1 %).
- Norteamérica: lidera con un 41,4 % de la tarta.
- Asia-Pacífico: empuja fuerte, con Baidu y Tencent marcando el ritmo.
La tendencia es clara: los buscadores se convertirán en asistentes personales que conocen tus preferencias, tus hábitos y hasta la forma en que te gusta recibir la información.
Pero existen desafíos, algunos de los cuales ya hemos tratado en este blog. Por ejemplo las “Alucinaciones” de la IA, que ocurren cuando los modelos inventan datos o mezclan conceptos.
También está el problema del consumo energético. Entrenar y operar estos sistemas exige mucha electricidad; un problema en entornos donde la sostenibilidad es ya una prioridad.
Finalmente si los datos de entrenamiento no son diversos, las respuestas reflejarán esas carencias, algo que se conoce como sesgo de la IA.
La próxima vez que hagas una búsqueda, recuerda: no estás hablando con una base de datos al uso, sino con un conjunto de algoritmos entrenados para entenderte. Y esto, amigo lector, es solo el comienzo.