¿En qué está invirtiendo Nvidia el envidiable flujo de caja que ha disfrutado en los últimos años? Parece que Nvidia no solo surfea la ola de la inteligencia artificial; la está diseñando, financiando a los surfistas y vendiéndoles las tablas. 

Detrás de su meteórico ascenso bursátil hay una estrategia de inversión deliberada: invertir miles de millones en startups de IA que, con frecuencia, acaban siendo clientes cruciales de sus GPUs. El resultado es un ecosistema donde capital y demanda se retroalimentan.

NVentures: la maquinaria de inversión

El brazo de capital riesgo corporativo, NVentures, actúa como motor de esa estrategia. Su misión formal es apoyar “visionarios tecnológicos” en IA, biotecnología y robótica, pero su fórmula combina capital con acceso preferente a los recursos de Nvidia (sobre todo sus GPUs) para acelerar el crecimiento de las startups. 

El efecto es doble: impulsa la adopción de tecnología y arraiga a esas empresas en el ecosistema Nvidia desde su etapa temprana.

Al vuelo de las cifras

A fecha de noviembre de 2025, NVentures exhibe una cartera de unas 53 empresas y un ritmo de inversión creciente: más de 50 acuerdos registrados en 2025, superando las 48 de 2024, con 23 entradas nuevas solo en 2025. 

Muchos de esos acuerdos vienen acompañados de compromisos de compra de hardware que vinculan a las empresas receptoras a la demanda de Nvidia.

El “financiamiento circular”

Aquí surge la polémica: Nvidia invierte en empresas que, a su vez, destinan parte de esos fondos a adquirir su hardware. Analistas y críticos llaman a esto “financiamiento circular” o incluso “autoconsumo”, y advierten que puede crear una demanda artificial sustentada más en flujos de capital que en adopción orgánica.

Los ejemplos citados son de gran escala: desde el compromiso de 100.000 millones de dólares con OpenAI en septiembre de 2025 para desplegar centros de datos impulsados por sistemas Nvidia, hasta participaciones en rondas multimillonarias como las relacionadas con xAI. 

Otras beneficiarias destacadas mencionadas incluyen Mistral AI, Figure AI, Cohere y Perplexity, entre varias más.

Más allá de los grandes modelos: diversificación estratégica

La apuesta no se limita a los pesos pesados de los LLM. NVentures diversifica en biotecnología, robótica e IA aplicada a medios y entretenimiento (campos que consumirán enormes cantidades de cómputo) incluyendo inversiones en empresas de descubrimiento de fármacos asistido por IA y en plataformas de generación de contenido. 

También hay compromisos regionales, como programas para impulsar ecosistemas nacionales de startups.

¿Innovación o burbuja impulsada por hardware?

El enfoque ofrece ventajas claras: acelera la innovación, reduce el time-to-market de proyectos exigentes en cómputo y consolida la posición de Nvidia como proveedor imprescindible. 

Pero los riesgos son reales: conflictos de interés, distorsión de señales de mercado y la posibilidad de valoraciones infladas si gran parte del gasto se dirige a CapEx (inversiones en bienes de capital) en hardware más que a tracción comercial real.

Nvidia está comprando y arquitectando su propio futuro: un círculo donde la inversión nutre la demanda de sus chips y donde la dependencia del ecosistema refuerza su dominio. Esa estrategia acelera la penetración de la IA, pero también reclama escrutinio. 

La línea entre construir una plataforma sólida y alimentar una burbuja sustentada por CapEx es delgada; vigilar cómo evoluciona ese equilibrio será clave para entender si este imperio circular es sostenible a largo plazo.