En la historia de la humanidad la comunicación siempre ha sido muy importante, ya fuera verbal o no verbal. Es el proceso que tenemos los seres humanos para transmitir la información, hasta llegar a un receptor. En el ámbito empresarial este intercambio también es esencial para el buen funcionamiento de la entidad.
Todas las instituciones, aunque no gestionen la comunicación de manera intencionada, siempre están comunicando, lo que da lugar a que la sociedad genere percepciones sobre estas empresas. La buena administración de esta comunicación corporativa marcará la diferencia entre las demás organizaciones.
Según un estudio elaborado por la Asociación de Directivos de Comunicación de Cataluña, que analiza el Estado de la Comunicación en España en 2018, revela que el 46,8 por ciento de los profesionales valoran el papel de la comunicación como muy importante.
El papel estratégico que juega la comunicación en los objetivos de las empresas es fundamental. De ahí, que las principales instituciones, a lo largo de los años, hayan tomado consciencia sobre la buena gestión de la información, y vean necesario dejar este cometido en manos del Departamento de Comunicación, trabajo que no carece de importancia.
Aquí es donde surge la figura del Director de Comunicación (Dircom), cuyo cometido es que todos los miembros se unan con el fin de alcanzar los mismos objetivos. Este cargo surgió sobre los años 90 junto con la revolución de las comunicaciones y el nacimiento de Internet, y aunque este ámbito siga desarrollando las mismas tareas que hace décadas, también se han incorporado nuevas habilidades y servicios.
El Dircom, dentro de una organización es fundamental. Normalmente, es un profesional de la comunicación especializado en periodismo o publicidad, cuyas experiencias permitirán trabajar de manera coherente dentro de tres áreas: comunicación corporativa, comunicación interna y marketing. Ya sea de una empresa pública o privada.
En la actualidad, con los avances tecnológicos destacan puestos como la comunicación online o los social media. Pero, sigue siendo prioridad los temas sobre comunicación corporativa, identidad e imagen, eventos o las relaciones públicas. Por eso, en una empresa, tanto la comunicación interna como la externa es un elemento esencial para la buena marcha de las empresas, en cualquier sector.
El Dircom es catalogado dentro de una empresa como el principal vocero, pero muchos se preguntan ¿cuál es su función? Además de ser la persona encargada de diseñar el plan estratégico de comunicación, así como de cuidar la imagen corporativa de la empresa, también desarrolla otras tareas.
Comunicación: dentro de esta área se encarga de la elaboración y dirección de políticas comunicacionales de la empresa. Así como fomentar las buenas relaciones entre los públicos con los que la organización tiene que relacionarse, de forma horizontal. Esta parte, incluye la colaboración con otros departamentos como el de Recursos Humanos.
Imagen Corporativa: en este campo es el embajador de la marca ante cualquier stakeholders, es decir, tiene que generar la confianza necesaria entre los públicos de la empresa. El objetivo es traducir el propósito a través de la visión, misión y valores de la entidad.
Reputación Corporativa: el Dircom es el principal responsable de salvaguardar la reputación de la empresa. Por lo tanto, tiene que hacer énfasis en los riesgos, métricas, y aplicación de modelos de gestión. En tiempo de crisis esta función es una de las más importantes.
Asuntos corporativos: Dentro de esta área debe estar pendiente de los cambios políticos, sociales o culturales que puedan afectar a la organización, con el objetivo de no solo mantener las relaciones con los directivos sino también con toda aquella persona externa a la empresa, tanto directa como indirectamente.
Sostenibilidad: El entorno debe de ser una parte fundamental que preocupe a las empresas y lo deben incluir en sus políticas comunicacionales. El Dircom deberá proponer iniciativas sociales vinculadas con la comunidad, que ayuden a la empresa a generar necesidades del presente.
Las funciones del Dircom se han ido consolidado con el paso de los años, y su formación hace que desempeñe el papel de líder, en sus manos está crear un buen clima entre trabajadores y entidad que contribuya al desarrollo de la empresa. Lo que queda claro, es que sus aportaciones son relevantes en cualquier ámbito y no hay que olvidar que el éxito y el futuro de una institución se define por lo que consiga comunicar y la imagen que proyecte.