La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en el nuevo escenario de una guerra tecnológica global.

En un lado, gigantes como OpenAI, Google o Meta, respaldados por billones de dólares y acceso a recursos de vanguardia. En el otro, una startup china llamada DeepSeek, cuyo modelo R1 ha irrumpido como un misil de precisión: más barato, más eficiente y, en algunos aspectos, igual de letal.

Mientras Occidente invertía en proyectos faraónicos como Stargate —la iniciativa de 500.000 millones de dólares liderada por Trump y OpenAI—, DeepSeek demostró que la innovación no siempre depende del presupuesto.

Con solo 5,5 millones de dólares y un enfoque revolucionario, esta empresa ha sacudido Wall Street, desplomado acciones como las de Nvidia y cuestionado el futuro de ChatGPT.

¿Cómo lo ha logrado? Estas son las seis razones que explican por qué DeepSeek-R1 no es solo un rival, sino un punto de inflexión en la carrera de la IA.

Eficiencia de costes sin precedentes: Hacer más con menos

Cada entrenamiento de un modelo GPT cuesta decenas de millones de dólares. Sin embargo, DeepSeek-R1, según sus propios creadores, fue entrenado con 5,5 millones de dólares, un 3-5% del coste de OpenAI.

La clave está en el método. Mientras OpenAI usa Supervised Fine-Tuning (SFT) —un proceso que requiere ingentes cantidades de datos etiquetados por humanos—, DeepSeek optó por el Reinforcement Learning (RL).

Este enfoque, basado en recompensas y retroalimentación automática, redujo la dependencia de supervisión humana y optimizó el uso de recursos.

Además, DeepSeek entrenó su modelo con solo 50.000 GPUs (10.000 de Nvidia, adquiridas antes del veto estadounidense), frente a las 500.000 GPUs que usan OpenAI o Google.

Por cierto, si no sabes que es una GPU, quizás quieras leer nuestro artículo sobre chips de IA.

Como señaló Dan Ives de Wedbush: «DeepSeek ha tomado el mercado por sorpresa al lograr lo imposible: rivalizar con ChatGPT gastando migajas«.

Open-Source: La transparencia como arma

Lo que ahora es ChatGPT prometió ser «abierto» en sus inicios, no por nada la empresa se llama “OpenAI”, pero hoy es una caja negra. Los usuarios no pueden acceder a su código ni ejecutarlo localmente.

La realidad es que DeepSeek-R1 es un modelo de código abierto, descargable y modificable por cualquiera. Esta transparencia resuelve dos problemas críticos:

  • Privacidad: Al ejecutar R1 en dispositivos locales, los datos nunca salen del equipo del usuario.
  • Censura: Aunque la versión alojada en China aplica filtros gubernamentales, los desarrolladores pueden eliminar estas restricciones modificando el código.

Para Jay Woods, de Freedom Capital Markets, «el open-source de DeepSeek es un golpe maestro. Atrae a desarrolladores y empresas que desconfían de compartir datos con Big Tech«.

Rendimiento superior en tareas técnicas

Las pruebas preliminares indican que DeepSeek-R1 supera al modelo o1 de OpenAI en razonamiento lógico, codificación y matemáticas. Según algunos usuarios, R1 resuelve ecuaciones complejas con mayor precisión y ofrece soluciones de código más optimizadas.

Un ejemplo citado en un artículo reciente de VentureBeat: al solicitar un algoritmo para ordenar datos, DeepSeek no solo lo escribió, sino que explicó su eficiencia usando “Big O”.

Aunque ambos modelos están empatados en tareas generales, la ventaja técnica de DeepSeek es un imán para sectores como la ingeniería, la investigación o la finanza.

Accesibilidad económica: El precio que cambia las reglas

Acceder a la API de OpenAI para usar su modelo de razonamiento o1 cuesta $7,50 por cada millón de tokens, algo así como 750.000 palabras. Y la suscripción ChatGPT Plus cuesta $20 al mes.

La API de DeepSeek, que es totalmente compatible con la de OpenAI, permite acceder a R1 desde $0,14 por millón de tokens (53 veces más barato) y su uso es gratuito para particulares.

Para las empresas, esta diferencia es abismal. Como explica Matt Binder en un artículo de Mashable: «Si dos modelos son equivalentes, elegirás el que cueste un 95% menos«.

DeepSeek no solo amenaza a OpenAI, sino a toda la economía de las APIs de IA, donde Google (Gemini) y Meta (Llama) también juegan.

Innovación bajo restricciones: El ingenio frente a las sanciones

EE.UU. prohibió en 2023 la exportación de chips avanzados (como los Nvidia A100) a China. Sin embargo, DeepSeek ya había acumulado 10.000 de estas GPUs, usándolas como base para R1.

Ante la escasez, los ingenieros de DeepSeek idearon dos estrategias:

  • Computación en tiempo de inferencia: Solo activan las partes del modelo necesarias para cada consulta, ahorrando energía y potencia.
  • Optimización extrema de recursos: Según su artículo técnico, R1 logra un 92% de eficiencia energética frente al 78% de ChatGPT.

«Es como si hubieran construido un Ferrari con piezas de desguace«, comentó Ben Reitzes de Melius.

Impacto geopolítico: La nueva cara de la Guerra Fría tecnológica

El ascenso de DeepSeek no es solo técnico, sino geopolítico. Con China impulsando su agenda de autosuficiencia tecnológica, R1 demuestra que el país puede competir en IA pese a las sanciones.

Para Angelo Zino, de CFRA Research, «esto cuestiona si Occidente ha subestimado a China. Mientras EE.UU. gasta billones en proyectos como Stargate, DeepSeek muestra que la innovación no siempre requiere cheques enormes».

Además, el modelo chino ha expuesto dos vulnerabilidades occidentales:

  • Dependencia de hardware: Las acciones de Nvidia cayeron ayer un 16,9% tras el lanzamiento de R1, reflejando el miedo a menor demanda de GPUs.
  • Sobrevaloración de las acciones tecnológicas: El Nasdaq cayó un 3% en un día, con inversores reevaluando el «hype» de la IA.

Hubo un terremoto, se esperan réplicas

A modo de conclusión, DeepSeek-R1 no es perfecto. Su sesgo hacia China, que discutimos en un artículo reciente, y la opacidad de sus costes reales son sombras en su éxito.

Pero ha logrado lo impensable: poner contra las cuerdas a ChatGPT (y otros competidores) con una fracción de sus recursos.

Como escribió Marc Andreessen en X: «DeepSeek R1 es uno de los avances más asombrosos que he visto. Y al ser open-source, es un regalo para el mundo«.

La pregunta ahora es si Occidente replicará sus métodos o redoblará la apuesta en la carrera por la AGI (Inteligencia General Artificial). Lo único claro es que, en el campo de batalla de la IA, DeepSeek ha redefinido las reglas del juego. Y esto es solo el principio.