Aunque suene a un capítulo de Black Mirror, no es ciencia ficción, la inteligencia artificial ha llegado a los restaurantes. El empleo de brazos articulados y robots humanoides es ya una realidad en el mundo de la restauración, y al igual que pasó con la Revolución Industrial, las personas comienzan a temer por sus puestos de trabajos y si las vanguardias harán que se pierda la esencia de las cocinas.
Más de 500 restaurantes ya hacen uso de esta tecnología a lo largo del globo, EE. UU, Corea del Sur, Singapur, Japón y ahora también España. El debate sobre la integración de la inteligencia artificial en la hostelería está a la orden del día, y las novedades tecnológicas van desde experiencias sensoriales hasta la digitalización.
Muchos establecimientos ya cuentan con cartas digitalizadas, mesas interactivas o pagos a través del móvil, pero ahora, han dado un paso más allá, hacía la robotización y el big data, creando restaurantes futuristas robotizados y cambiando de esta manera los hábitos de consumo.
Uno de estos restaurantes se encuentra en San Francisco y se llama Creator. Este establecimiento tiene como objetivo que los comensales se sienten a degustar sus hamburguesas en un ambiente moderno y minimalista.
El pionero restaurante cuenta con un robot como chef estrella. La máquina consta de 350 sensores, 30 ordenadores y 50 algoritmos, capaz de hacer 130 hamburguesas por hora. Lejos de parecer una Thermomix, es un quiosco que no requiere ningún tipo de intervención humana, aunque en el restaurante opera un equipo humano de 40 personas, algunos como trabajadores.
Por el momento este establecimiento tiene un menú reducido, pero tal es el éxito que hay listas de esperas y se necesita reservar.
Otro gran ejemplo es el restaurante Spyce situado en Boston. Esta empresa fue fundada por cuatro ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la ayuda del chef estrella Michelin, Daniel Boulud, hace tres años.
El objetivo es impulsar la excelencia culinaria a través de la tecnología y ofrecer a sus comensales platos preparados por enormes máquinas a la vista de los clientes, sin chefs. Al entrar en el restaurante un anfitrión humano te guiará hacía unos quioscos con pantalla táctiles en el que se puede elegir una gran variedad de comidas que abarcan desde la tailandesa hasta la mediterránea.
Si viajamos a Shanghai también tendremos la oportunidad de vivir una de estas experiencias gastronómicas llevadas por robots. Allí, abrió sus puertas el restaurante Toyako Robot Ramen, donde Koya y Kona, dos chefs robots son capaces de preparar el ramen en tan solo 90 segundos.
El establecimiento cuenta con precios bastantes elevados, debido al coste de los brazos robóticos, un millón de yuanes (aproximadamente 128.000 euros). Para hacerse una idea es la misma cantidad que le costaría al dueño del restaurante contratar a dos chefs durante seis años.
¿Y qué pasa en España?
Hace unas semanas en el barrio Valenciano de Benimaclet, abrió un restaurante chino llamado Crensa que cuenta con una tecnología avanzada y dos camareras robots. Estos droides responden al nombre de Mulán y piden paso con educación para servirte la comida.
El dueño del establecimiento, Erick Yan, ha afirmado a la Agencia Efe que las comandas de los robots son bastantes sencillas, pero que espera enseñarles trabajos más difíciles como el cobro a los usuarios. Los clientes tienen que pulsar el botón de “salida” si quieren que Mulán se retire y vuelva a su sitio.
Estos androides están equipados con bandejas donde llevan los pedidos a los clientes, y los seis en cocina cuentan con procesadores inteligentes que facilita el trabajo. No obstante, el restaurante también está complementado con trabajadores.
La capital también se hará eco a finales de año y principios de 2020 de estos avances. A España llega el primer restaurante manejado íntegramente por robots de la mano de la empresa Food by Robots, este establecimiento se llamará Impossible Restaurant.
Los clientes que asistan a este restaurante podrán visionar impresiones de comida en 3D, inteligencia artificial y robots tanto en la cocina como en la sala, tal y como anuncian en su web. Además, se podrá interactuar con un chef avatar y degustar “innovación” ya que la vanguardia futurista estará presente mediante comida impresa, carne y pescado de laboratorio o vino clonado.
Según anunció el dueño de la compañía a la Cadena Ser, el precio medio rondará los 15 euros en la barra y los 50 en sala, pero este coste no está cerrado ya que irá variando en tiempo real por la inteligencia de datos.
Es un hecho que todos los avances tecnológicos y la inteligencia artificial van mucho más allá en el mundo culinario, y los propietarios de restaurantes tendrán que hacer frente a las novedades sin correr el riesgo de quedarse por el camino.
Es evidente que los futuros restaurantes estarán cada vez más personalizados, y serán más inteligentes y digitales, ya que el futuro está pasando por el desarrollo de las nuevas tecnologías y la robótica, aunque el reto se centrará en que estos chefs y camareros droides no sean hackeados.
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