A medida que la inteligencia artificial (IA) avanza, también crece su impacto en el consumo energético global. Este aumento genera preocupaciones sobre sus consecuencias ambientales, especialmente cuando el mundo lucha por mitigar el cambio climático.

Bill Gates, cofundador de Microsoft y destacado inversor en tecnologías climáticas, ha abordado estas preocupaciones en una entrevista reciente.

Gates, conocido por su enfoque en soluciones innovadoras para los desafíos globales, ha compartido su visión sobre cómo la IA puede desempeñar un papel crucial en la transición hacia un futuro más sostenible.

En este artículo, exploraremos las opiniones de Gates sobre el impacto ambiental de la IA, sus previsiones sobre el consumo energético futuro entre otros aspectos.

La IA y su consumo energético

En una reciente entrevista con Bloomberg TV, Bill Gates compartió sus perspectivas sobre el impacto ambiental de la inteligencia artificial (IA) y su papel en la transición energética global.

Gates, quien ha invertido en tecnologías climáticas a través de su fondo de riesgo Breakthrough Energy, ofreció una visión equilibrada sobre los desafíos y oportunidades que presenta la IA.

Para nadie es secreto que los centros de datos consumen cerca del 2% de la electricidad mundial. Según Bill Gates, esta cifra podría aumentar hasta el 6% en el futuro a medida que la IA se expanda y se integre más en nuestras infraestructuras.

Bill Gates subraya que las estimaciones que sugieren que la IA podría consumir más del 10% de la electricidad mundial son exageradas. Gates también destaca que la IA no solo aumentará el consumo de energía, sino que también ofrecerá soluciones para que sea más eficiente.

Eficiencia energética de la IA

El multimillonario y filántropo ve en la inteligencia artificial (IA) un gran potencial para mejorar la eficiencia energética, especialmente en los centros de datos, que son el corazón de esta tecnología.

Según Gates, la IA puede optimizar el uso de energía en estos centros, reduciendo la cantidad de electricidad necesaria para su funcionamiento. Esta optimización se logrará con algoritmos que gestionen eficazmente la distribución y el consumo de energía.

Uno de los aspectos más prometedores de la IA es su capacidad para identificar y eliminar ineficiencias que, de otro modo y en otro contexto, pasarían desapercibidas. Además, predicen picos de demanda y gestionan los recursos evitando desperdicios energéticos.

Implicaciones para la transición energética

Gates señala que la demanda energética de los centros de datos es solo una pieza del rompecabezas. En algunas regiones, esta demanda supera la capacidad de suministro, lo que puede ser un reto para los planes de transición energética.

Sin embargo, Gates enfatiza que esta demanda debe considerarse en el contexto más amplio del consumo energético. Los vehículos eléctricos, bombas de calor y la producción de acero ecológico representarán demandas mucho mayores, eclipsando la de los centros de datos.

La IA, argumenta Gates, no solo incrementará la demanda de energía, sino que también jugará un papel crucial en hacer más eficiente su uso.

Con la optimización de procesos y la reducción de ineficiencias, la IA puede ayudar a equilibrar el aumento en la demanda energética. Además, las tecnologías de captura de carbono, aunque costosas, ofrecen una vía adicional para mitigar las emisiones.

Captura de carbono como solución viable

Bill Gates considera que la captura de carbono tiene el potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Gates destacó que eliminar estas emisiones de la atmósfera es costoso pero necesario, sobre todo en sectores difíciles de descarbonizar.

La captura de carbono implica el uso de tecnologías para capturar dióxido de carbono de fuentes como plantas de energía y centrales industriales, antes que se libere a la atmósfera. El CO2 capturado luego se almacena o se utiliza en aplicaciones industriales.

Gates señaló que actualmente existen empresas y tecnologías respaldadas por su fondo de riesgo Breakthrough Energy que están trabajando para hacer la captura de carbono más económica y eficiente.

Aunque admitió que los costos actuales son altos, Gates es optimista sobre la posibilidad de reducirlos significativamente.

Apuntó a un objetivo de costo por tonelada de CO2 capturado por debajo de los 100 dólares, comparado con los 200 dólares que él mismo paga para compensar sus emisiones personales.

Pocas luces sobre el futuro de los centros de datos

En su análisis del impacto ambiental de la inteligencia artificial (IA), Bill Gates ofrece una visión equilibrada sobre los desafíos y las oportunidades que enfrenta la transición energética global.

Si bien la IA promete mejorar la eficiencia energética de los centros de datos y otras infraestructuras, también es evidente que su expansión involucra un aumento considerable en el consumo de energía.

Gates destaca la necesidad de considerar este crecimiento en el contexto más amplio del consumo energético mundial, donde sectores emergentes como los vehículos eléctricos y la producción industrial sostenible representan demandas adicionales significativas.

La captura de carbono, aunque costosa en la actualidad, ofrece una vía prometedora para mitigar las emisiones asociadas con la expansión de la IA. Por ende, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la sostenibilidad ambiental.

La IA, junto con otras tecnologías verdes, tiene el potencial de transformar positivamente nuestro futuro energético, siempre y cuando se gestionen de manera responsable y se implementen estrategias eficaces para mitigar sus impactos ambientales.