El reciente evento de Tesla, conocido como «We, Robot«, generó grandes expectativas sobre las novedades tecnológicas que la compañía de Elon Musk iba a presentar.
Celebrado en los estudios Warner Bros. en Hollywood, el evento prometía mostrar avances significativos en el ámbito de la inteligencia artificial (IA), especialmente con la presentación del robotaxi y los robots humanoides Optimus.
Sin embargo, a pesar del entusiasmo inicial, el evento dejó a muchos con una sensación de decepción, tanto por la falta de detalles técnicos como por la naturaleza de las demostraciones, que parecían más orientadas al espectáculo que a una verdadera muestra de progreso tecnológico.
A continuación, conocerás los aspectos clave del evento, las reacciones de los asistentes y el impacto en las acciones de Tesla. Pero como «spoiler»: no fue tan bueno como Elon Musk hubiera querido.
El Robotaxi: ¿Un futuro incierto?
El robotaxi fue, sin duda, una de las presentaciones más esperadas. Musk había prometido que la conducción autónoma y los servicios de robotaxis serían el próximo gran paso en la evolución de Tesla.
En el evento, se mostró un prototipo funcional del robotaxi, lo que en un primer momento parecía un avance importante. Además, la compañía sorprendió al público al presentar un “Robo-van”, un vehículo diseñado para funcionar como minibús o vehículo comercial.
Sin embargo, a pesar de estas revelaciones, los asistentes y analistas quedaron decepcionados por la falta de detalles sobre cómo Tesla planea implementar estos vehículos a nivel comercial.
Se ofrecieron pocos datos sobre el estado actual de la tecnología de conducción autónoma, ni se explicó en profundidad cómo Tesla tiene previsto lidiar con los desafíos regulatorios, algo crucial para el futuro de los robotaxis.
Aunque Elon Musk ofreció algunas cifras optimistas, como la estimación de que eliminar al conductor podría reducir los costos del transporte en un 60% a 80%, no se proporcionaron proyecciones de mercado concretas ni información sobre posibles asociaciones o planes de financiación para escalar este servicio.
En este sentido, el evento dejó más preguntas que respuestas, preocupando tanto a analistas como a inversores.
Los robots Optimus: Un avance más teatral que real
Si bien el Robotaxi era lo más esperado, el verdadero protagonista del evento fue el robot humanoide Optimus.
Musk presentó varias unidades de estos robots que, aparentemente, se movían de manera autónoma entre los asistentes, sirviendo bebidas, jugando a piedra-papel-tijera y realizando otras tareas simples.
Incluso llegaron a interactuar verbalmente con los invitados, algo que inicialmente pareció un logro impresionante en el campo de la robótica impulsada por IA.
Sin embargo, las primeras impresiones pronto se vieron matizadas por la revelación de que los robots no actuaban de manera completamente autónoma.
A pesar de que se sugirió que estos robots estaban movidos por IA, se confirmó que los Optimus eran operados a distancia por humanos que, utilizando trajes especiales, controlaban sus movimientos.
De hecho, uno de los asistentes grabó a un operador de robot admitiendo en vídeo que todavía eran asistidos por personas y no eran completamente autónomos. Este descubrimiento fue interpretado por algunos como un truco publicitario.
Josh Wolfe, cofundador de Lux Capital, comentó que aunque el uso de tecnología para teleoperar robots era impresionante, era deshonesto presentarlo como si los robots actuaran de manera independiente.
Otros, como el creador de contenido Jeremy Judkins, expresaron su decepción por la falta de transparencia de Tesla en este aspecto, destacando que la compañía no dejó claro que los robots eran controlados por humanos, lo que generó confusión entre el público.
El impacto en las acciones de Tesla
La falta de detalles técnicos y la naturaleza teatral del evento no solo generaron críticas entre los asistentes, sino que también tuvieron un impacto negativo en las acciones de Tesla.
Tras el evento, las acciones de la compañía cayeron un 8.8%, lo que supuso una de las peores jornadas bursátiles de Tesla tras un evento importante en los últimos años.
La caída superó en más de nueve puntos porcentuales al rendimiento del índice S&P 500 ese mismo día, lo que refleja el nivel de decepción entre los inversores.
Analistas como Gary Black, cofundador de Future Fund Active ETF y accionista de Tesla, señalaron que Musk no ofreció suficientes explicaciones sobre cómo Tesla planea pasar de sistemas de asistencia al conductor supervisados a una verdadera autonomía no supervisada.
Además, aunque la presentación del robotaxi y el Robo-van captó cierta atención, la falta de un plan claro para su implementación comercial hizo que muchos se quedaran con la sensación de que el evento no cumplió con las expectativas.
A pesar de todo, algunos analistas, como John Murphy de BofA, mantuvieron una postura algo más optimista, sugiriendo que Tesla podría necesitar capital adicional para financiar el desarrollo y la producción a gran escala de los robotaxis y robots.
Sin embargo, este tipo de especulaciones solo refuerza la idea de que el evento dejó muchas incógnitas sin resolver.
Un evento que no convenció
El evento «We, Robot» de Tesla tenía el potencial de ser un momento decisivo para la compañía, especialmente en su incursión en la robótica y la inteligencia artificial.
Aunque los avances de Tesla en robótica son innegables, la falta de transparencia y la ausencia de un plan claro para implementar sus innovaciones generaron dudas entre el público y los inversores.
Tanto los inversores como el público esperan progreso real. Aunque Elon Musk sigue siendo una figura clave en la tecnología, su visión de futuro debe estar respaldada por hechos concretos para mantener la confianza del mercado.
En resumen, el evento mostró más potencial que avances tangibles, y eso no fue suficiente para muchos.