Desde hace unos años, la palabra Bitcoin se repite en muchas webs y todo lo relacionado con ella se convierte en noticia. Lo mismo está pasando más recientemente con el término Blockchain. Parece ser que es algo de lo que habla mucha gente, pero ¿qué significan realmente estos conceptos?

Internet ha cambiado muchos aspectos de nuestro día a día. Además de tenernos enganchados a las redes sociales y estar informados en tiempo real (entre otras muchas cosas), la red de redes nos ha hecho aún más consumistas. Las compras por Internet han crecido enormemente, y España se ha convertido en el cuarto país de la Unión Europea en el ranking de ventas online. Si el e-commerce ha crecido tanto, y para ello no se usa dinero en efectivo, ¿por qué no crear una moneda virtual?

¿Qué es el Bitcoin?

Sabes lo que es el euro, ¿verdad? Pues Bitcoin es lo mismo pero virtual. Es una moneda electrónica que sirve para comprar bienes y servicios. Y ahora viene la gran diferencia con el dinero que todos conocemos: no existe un organismo que controle su producción. No hay ningún Banco Central, son las personas y empresas las que producen esta criptomoneda.

Al igual que con otras divisas, puede comprarlas con euros, dólares o cualquier otra moneda, pero bitcoin no pertenece a ningún país, se puede utilizar en cualquier parte del mundo. Las transacciones con bitcoin son más seguras, ya que no es necesario revelar datos personales, a diferencia de los pagos online con tarjetas de débito o crédito. El dinero pertenece en su totalidad a su dueño y nadie puede acceder a él ni congelar las cuentas. Además los intercambios se realizan de persona a persona, sin ningún intermediario. Y lo mejor de todo: no se puede falsificar. Puesto que está bajo un sofisticado sistema criptográfico.

Sin embargo, nos es oro todo lo que reluce con estas monedas. Al no estar generalizadas, no hay ninguna garantía de poder usarlas para comprar cualquier producto o servicio. Aunque en España hay bastantes establecimientos que aceptan el pago con bitcoin, no se ha extendido demasiado. Otra desventaja es el anonimato. Al no saber quién hace las transacciones, existe el riesgo de que se use la moneda para actividades ilegales o para obviar el pago de impuestos. Y la inexistencia de un órgano regulador también se puede convertir en un punto en contra, ya que puede generar desconfianza. Esto también provoca que el valor de la moneda sufra cambios bruscos en cualquier momento, ya que tampoco se controla la oferta y la demanda.

¿Como funciona el Bitcoin?

Hay varias formas de hacer uso de esta moneda electrónica. La más simple de ellas es similar a una wallet virtual. Es decir, se compra dinero y se almacena en un monedero dentro de un ordenador o un móvil. A partir de ahí se genera una dirección que se da al otro usuario cuando se quiere realizar una transacción y se va cambiando en cada movimiento de bitcoin. Pero, además, existen más formas de utilizarla, como la minería o el blockchain.


¿Qué es el Blockchain?

El blockchain está muy relacionado con la bitcoin, aunque no es lo único que se puede relacionar con este nuevo término. La traducción al español es cadena de bloques y se presenta como la auténtica revolución de los intercambios, ya sean económicos, compras o archivos de cualquier tipo.

La principal característica del blockchain es la omisión de cualquier tipo de intermediario en una transacción virtual. Pero para que esto funcione, sí que es necesario que alguien “de el visto bueno” a los intercambios para así evitar fraudes. Pero en este caso, son los propios usuarios que forman la cadena los que toman el control de todo. Es decir, cada uno de los integrantes de la red (pueden ser miles o millones) tiene la misma cantidad de información sobre los demás usuarios. Todos forman parte de una gran base de datos o, si hablamos de dinero, de un libro de contabilidad. De esta forma, todos son partícipes y gestores, pero guardando el anonimato. Y si todos pueden acceder a la misma información y verificarla, no hay margen de error, los datos son correctos al cien por cien.

¿Cómo funciona el Blockchain?

Su funcionamiento es relativamente simple. Si un usuario (un nodo) quiere enviar bitcoin a otro (otro nodo), debe realizar una transacción (bloque). Pero para que la transferencia se complete, los demás miembros de la cadena deben comprobar que el primer usuario dispone realmente de la cantidad que quiere transferir y autorizar el movimiento. Una vez que todo está bien, la transacción pasa a formar parte del gran libro de cuentas.

Eso es la parte fácil. Sin embargo, cuando un libro se completa, comienza un proceso más complejo llamado minería. Es ahí donde se hace negocio realmente. Y con el gran aumento del valor del bitcoin hay personas que han conseguido ganar millones en divisas como el euro o el dólar al vender sus monedas electrónicas.

Por supuesto, el bitcoin no es la única transacción que se puede realizar con este sistema, se podría aplicar a cualquier ámbito que no sea el económico. Por el momento, todo esto del blockchain es una idea que se está gestando, aunque no se puede descartar su generalización de aquí a unos cuantos años.

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