La inteligencia artificial, junto con sus promesas de eficiencia y avance tecnológico, también plantea desafíos significativos, especialmente en términos de ética, seguridad y protección de los derechos humanos.

En este contexto, la reciente adopción de la primera resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la Inteligencia Artificial representa un hito crucial en la regulación y gobernanza de esta tecnología emergente.

Esta resolución, respaldada por una amplia coalición de Estados miembros, busca establecer un marco normativo que promueva el desarrollo responsable y seguro de la IA, al tiempo que protege los derechos fundamentales de las personas en todo el mundo.

En este artículo, exploraremos en detalle los principales aspectos de esta resolución histórica, así como su significado para el futuro de la tecnología, la sociedad y los derechos humanos a nivel mundial.

Resolución regulatoria de la ONU sobre la IA

La resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU sobre la Inteligencia Artificial se centra en la promoción de sistemas de IA «seguros y fiables» que contribuyan al desarrollo sostenible global.

Destacando la importancia de respetar los derechos humanos en todas las etapas de desarrollo y aplicación de la IA, insta a los Estados a abstenerse de utilizar sistemas que no cumplan con las normas internacionales de derechos humanos o que planteen riesgos para su disfrute.

Además, reconoce el potencial de la IA para acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible y llama a la cooperación internacional para cerrar la brecha digital y aumentar la alfabetización digital en los países en desarrollo.

¿Cuál podría ser el impacto global de esta regulación?

El impacto global de esta regulación podría ser significativo en varios aspectos:

  • Promoción de la ética y los derechos humanos: La regulación de la inteligencia artificial puede ayudar a proteger a las personas de posibles abusos y discriminaciones, asegurando que la IA se utilice de manera responsable y en beneficio de la humanidad.
  • Fomento de la innovación segura: Al establecer directrices claras para el desarrollo y uso de la IA, esta regulación puede proporcionar un entorno seguro y confiable para la innovación, lo que a su vez podría fomentar la inversión y el avance tecnológico en el campo de la IA.
  • Impulso al desarrollo sostenible: La resolución reconoce el potencial de la IA para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, lo que podría llevar a la creación de soluciones para abordar el cambio climático, la pobreza y la desigualdad.
  • Cooperación internacional: Al llamar a la cooperación entre los Estados miembros, esta regulación podría fomentar la colaboración internacional en la investigación, desarrollo y uso de la IA, facilitando el intercambio de conocimientos y recursos para beneficio de todos.
  • Confianza del consumidor: Una regulación clara puede aumentar la confianza del consumidor en los productos y servicios basados en IA, lo que podría impulsar su adopción y uso en diversos sectores, desde la atención médica hasta el transporte y la educación.

¿Por qué la ONU tendría injerencia en la regulación de la IA?

La ONU podría tener injerencia en la regulación de la inteligencia artificial por varias razones:

Aspectos transnacionales

La inteligencia artificial es una tecnología que trasciende fronteras nacionales y tiene un impacto global. Muchas de las aplicaciones de la IA, como el comercio electrónico, la salud, la seguridad cibernética y la gestión del medio ambiente, pueden afectar a varios países simultáneamente.

Por lo tanto, se necesita una regulación a nivel internacional para abordar adecuadamente estos aspectos transnacionales y garantizar la coherencia en la aplicación de normas y estándares.

Protección de los derechos humanos

La ONU, como defensora de los derechos humanos a nivel mundial, tiene un interés legítimo en garantizar que la IA se desarrolle y utilice de manera compatible con los principios fundamentales de derechos humanos.

Y es que la inteligencia artificial puede tener implicaciones profundas en los derechos humanos, como la privacidad, la libertad de expresión, la igualdad y la no discriminación.

Foro de cooperación internacional

La ONU proporciona un foro único donde los Estados miembros pueden discutir y negociar sobre cuestiones globales, incluida la regulación de la IA.

Al reunir a gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil y otros actores relevantes, la ONU facilita la cooperación y el intercambio de mejores prácticas en la regulación y gobernanza de la IA.

Agenda de desarrollo sostenible

La ONU ha establecido la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para abordar desafíos globales como la pobreza, la desigualdad y el cambio climático.

Dado el potencial de la inteligencia artificial para contribuir al logro de estos objetivos, la ONU tiene un interés en garantizar que la IA se utilice de manera ética y responsable para promover el desarrollo sostenible.

Sentando las bases para un desarrollo y uso seguros de la inteligencia artificial

La primera resolución de la ONU sobre la Inteligencia Artificial marca un punto de inflexión en la forma como se aborda esta tecnología a nivel internacional. Esta medida refleja un reconocimiento de los desafíos que presenta la IA en la sociedad moderna.

Al establecer normas que fomenten el desarrollo responsable de la IA, al tiempo que protege los derechos humanos y promueve el desarrollo sostenible, la resolución allana el camino hacia un futuro donde la IA se integre de manera ética y equitativa en todas las esferas de la vida.

Sin embargo, este es solo el primer paso en un largo camino hacia la creación de un entorno regulatorio global robusto y adaptable que garantice que la IA beneficie a la humanidad en su conjunto.