Tanto si tienes un negocio como si estás empezando con esto del marketing digital, este post te va a interesar bastante. Una de las principales funciones del marketing online es captar leads. ¿No sabes qué son? En términos más generales, los leads son los usuarios que puedes llegar a captar mediante varias acciones en tu página web. Es decir, nombres para añadir a la base de datos y posibles futuros clientes. Una de los métodos más habituales y efectivos para conseguir inflar la base de datos es crear una landing page.

Una landing page, o página de aterrizaje en español, es una página web simple con un solo objetivo: conseguir datos y nuevos clientes. Cada landing page ofrece algo muy concreto al usuario y aparece “separada” de la web de la empresa o del blog. Es decir, mantiene el dominio, pero no dispone de menú y la navegación es lo más simple posible, se puede visualizar la página completa casi sin hacer scroll.

El usuario llega a ella a través de un anuncio en los buscadores o en las redes sociales. Por eso, normalmente, las páginas de aterrizaje informan sobre ofertas, productos o una serie de ventajas que se obtienen suscribiéndote a una newsletter o, simplemente, introduciendo tus datos. La forma más eficaz de conseguir leads a través de ellas es proponiendo una serie de beneficios. Con otras palabras, hay que contar qué le va a aportar el producto a la audiencia, no explicarle sus características. Por ejemplo, si quieres vender un sofá es mejor explicar lo cómodo y relajado que se va a sentir tumbado en él, que enumerar los materiales de los que está fabricado.

Bien, una vez aclarado el significado de una landing page, vamos a explicaros cuáles son las partes principales de su diseño.

Elementos imprescindibles en una landing page

 

1. Un título

Es una de las partes más importantes de la página. Va a ser uno de los elementos que más determine el éxito de la misma. Crea un titular con gancho que esté muy relacionado con lo que quieres ofrecer sin dar demasiados rodeos. Algo que llame la atención del usuario, primero, para que entre en el enlace y luego, para que se quede y de sus datos. Por ejemplo, lanza una pregunta o propón un beneficio directo.

2. Una imagen

Directamente del producto o servicio. Una imagen llamativa que hable por sí sola y que haga que el usuario quiera convertirse en cliente. En el marketing en general, siempre hay que ponerse en la piel del público objetivo, de esta forma será más fácil conducir cualquier campaña por el camino correcto. En este caso, el cliente no se convence solo con un titular, necesita ver el producto para confiar en una página con tan pocos elementos. Otra buena idea es realizar un pequeño vídeo que sirva como anuncio y que muestre el producto desde todos sus ángulos. Aunque siempre hay que tener en cuenta el tiempo de carga de la web, por lo que es necesario optimizar la foto.

3. Texto clave

El texto es necesario, pero también debe ser lo más reducido posible, tiene que ir al grano. Lo mejor es realizar una lista con una serie de beneficios y ventajas que obtiene el usuario con el producto o servicio. Hay que tener un poco de creatividad publicitaria y contar lo que el usuario quiere leer. Nada de tecnicismos ni frases complicadas. Tampoco describas el producto, sino la diferencia entre tenerlo o no, por qué el cliente lo necesita.

4. Formulario o call to action

Son los elementos primordiales para cumplir con el objetivo de generar leads. Si la intención de la landing page es captar nuevos suscriptores, el formulario de contacto es la mejor opción. Pero cuidado con poner demasiados campos para rellenar, si sólo necesitas un nombre y una dirección de email, pide solo eso. Cuanta más información personal tenga que dar el usuario antes empezará a aburrirse y desconfiar. Por otro lado, si la intención es una venta directa, lo más conveniente es utilizar una llamada a la acción (call to action) que no es más que un botón que enlace con el producto en sí o lo lleve al carrito de compra.

5. Una oferta

Todos los puntos anteriores son imprescindibles para diseñar una página de aterrizaje. Pero para que esta de verdad funcione, tiene que ofrecer alguna recompensa. Una oferta, un regalo por comprar el producto o algún tipo de atención personalizada que produzca en el usuario la sensación de sentirse único, de que la página está echa para satisfacer sus necesidades.

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